lunes, 17 de diciembre de 2012

Acerca de la Leyenda del Salto de la Novia.



“Cuando una pareja de enamorados pretendían contraer matrimonio, los novios debían ir al lugar del río ubicado bajo la cascada del brazal y saltar de una orilla a otra del cauce. Si saltaban y no había contratiempos podían contraer matrimonio. En cierta ocasión la novia cayó en el intento, el novio se lanzó al agua para tratar de salvarla y el resultado fue que aparecieron río abajo los dos ahogados”


Las leyendas, como herencia de un pasado remoto, constituyen la base de la historia de muchas naciones, hasta el punto que en determinadas ocasiones resulta difícil separar lo maravilloso de lo real, y es entonces cuando la tradición oral cobra un valor especial. No podemos negar, por lo tanto, que toda leyenda puede contener una parte verídica importante a partir de unos hechos que sucedieron hace muchos años, pero en la mayoría de los casos, las narraciones se hayan muy adulteradas a consecuencia del paso del tiempo y la imaginación de aquellos que afortunadamente se han encargado de transmitirlas. Aún con todo, como lo que habitualmente se relata escapa de las manos de lo que consideramos cotidiano, nos inducen de forma asombrosa sacando de nuestras mentes la curiosidad en estado puro. Ejemplo de esto son numerosas obras de autores importantes como sería el caso de Zorrilla, Espronceda, el Duque de Rivas, Béquer…


Así pues, inspirada no se sabe muy bien en que, la esencia actual de la leyenda de Salto de la Novia de Navajas enlaza desde las advertencias de nuestros mayores acerca de la peligrosidad del lugar por el remolino de sus entrañas, hasta la misticidad. Vengo a decir esto porque se pone de manifiesto la doble cara de la moneda, por un lado el misticismo implícito de los acontecimientos de dicha historia, por otro, ese objetivo de crear un temor ante algo u ofrecer una enseñanza o moraleja a menudo presente en las leyendas.

De este modo, citaré a continuación la relación que con dicha leyenda pudo tener Francisco José de Goya y Lucientes (Fuendetodos 1746 – Burdeos 1828), en la que puede ser primera referencia de una obra inspirada en nuestra leyenda. Las posibilidades de que esto sea verdad son muy viables ya que el artista aragonés tenía muy buena relación con el pintor segorbino José Camarón y, es posible que, en una de sus visitas a la capital de nuestra comarca sintiéndose enfermo alguien le hablara de las propiedades curativas de nuestras aguas e, inspirado en el lugar en el que se sitúa la leyenda, dibujara la obra, aunque lo más probable es que la recordara de memoria, pues el dibujo que se encuentra en los fondos de la Hispanic Society de Nueva York se ubica en el Álbum F, compuesto entre 1812 y 1820 y, si es cierto que el pintor estuvo en nuestra población enfermo, debió ser según las fuentes por el 1790.




El catálogo de la exposición del Prado en el que se encontró la obra entre 2006 y 2007 la titula Campesino llevando a una mujer y explicaba: “Un fornido campesino se mantiene en equilibrio con las piernas abiertas sobre un riachuelo, llevando en brazos a una mujer, quizás ayudándola a cruzarlo. A lo lejos una aguada horizontal da forma a un sereno paisaje bajo, mientras que el blancor del segundo término sugiere el lago donde desemboca el arroyo”

Otra versión interesante se halla reflejada en el primer ejemplar de La Voz de Navajas y data del 21 de Septiembre de 1934, el apartado aparece titulado con el rótulo de Leyendas Navajeras y está firmado por un tal El duende de… (lo demás no se puede leer), ésta dice así:

“Cuentan que una moza fue casada por sus padres con un mozo a la que ella no podía querer, por ser ya su corazón de otro mozo.

Llego el casorio parejo con fiestas y algazaras que para la muchacha se convertían en penas. Y dice la tradición, que el mismo día de los desposorios, la moza engalanada con sus mejores prendas y joyas logró hábilmente separarse del cortejo y encaminó sus pasos a las fuentes del río con ánimo de suicidarse desde lo alto de una roca que existe enfrente de la fuente del Curso, sobre el sitio que con su hazaña hizo célebre. Pero al ir a saltar de roca en roca para pasar el río, su pié (sic) no encontró el apoyo que buscaba, yendo a sumergirse en las espumeantes (sic) aguas que, caritativas, sirvieron de sudario a su cuerpo, que halló la muerte antes de donde ella fuera gustosa a…”


De otras versiones tenemos constancia a través de por ejemplo escritores costumbristas, músicos, poetas, personas anónimas, las cuales de alguna manera contribuyen a mantener viva una parte importante de la cultura oral de nuestros pueblos. De entre ellos la versión más extendida es la que viene a introducir el encabezado de dicha noticia, aunque es cierto que muchos ubican el tiempo del salto una vez realizada la unión de los individuos, en vez de con anterioridad, como símbolo de felicidad.


Así pues, y para terminar con esta reseña citaré la que para muchos será desconocida historia del Manantial de la Esperanza que nutre a Segorbe, Altura y Navajas. Esta dice así:




“De esto hace ya muchísimo tiempo…

Diz (sic) que cierto día, un apuesto doncel, fanfarrón y parlanchín, apostó en público, que él era capaz de vadear montado en un caballo, la fuente de la Esperanza. Para no perder la apuesta el mancebo jinete en un precioso corcel, se dispuso a cumplir su palabra. Pero cuando se echó al agua, dice la leyenda, que la tierra movediza del fondo, abrió sus fauces y se engulló al noble bruto y a su intrépido montador”



Así que desde este espacio animamos a todo aquel que pueda deleitarnos con las leyendas del Alto Palancia, las cuales si bien es cierto que están condenadas al olvido en gran parte por la influencia de las nuevas tecnologías y el ocio (ya nadie piensa en los cuentos al amor de la lumbre), tienen todavía hoy un significado para los que tenemos interés por conocer y mantener, de la manera que sea, la cultura popular de nuestros pueblos.






3 comentarios:

Guía Oficial de Turismo en Comarcas del Palancia dijo...

Me alegro de que os animeis a publicar las leyendas de la comarca, de las que hace unos años ya tomé buena cuenta y divulgué en los programas de Radio Escavia "Rutas por la Comarca", que se emitió entre los años 1999 y 2001.

Sobre el Salto de la Novia, podeis leer la versión que recopilé en esta entrada de un blog "tierra de leyendas" con el que colaboro de tanto en cuando.

http://tierra-leyendas.blogspot.com/2011/03/el-salto-de-la-novia.html

http://tierra-leyendas.blogspot.com/2011/03/el-salto-de-la-novia-otra-version.html


Otra leyenda de la comarca también publicada en este blog es la de Almanzor de Almedíjar, en este enlace:

http://tierra-leyendas.blogspot.com/2011/05/la-fuente-de-almanzor.html

Y sobre el manantial de la Esperanza, también existe otra sobre un pastor que taponó un rio subterráneo y secó el Manantial de la Esperanza. ¿La conoceis?

Y sobre este tema, hablad con los del CEAM Segorbe, que hace unos años publicaron un libro recopilando algunas leyendas, segorbinas en su mayor parte.

Un saludo, y ánimo con vuestra labor.

Anónimo dijo...

Excelente texto para conocer la tradición oral y escrita de nuestra comarca. Dar las gracias también al compañero del comentario porque uno de los fines de este blog es divulgar y conocer con la ayuda de todos. Saludos!

Anónimo dijo...

Que interesante conocer las leyendas de lugares de la comarca y seguir transmitiendolas para que no se pierdan. Además está muy bien conocer más cosas acerca de nuestros parajes, ya que así cuanod vas a visitarlos los ves de otra forma y los disfrutas más. Muy buen artículo!