lunes, 21 de marzo de 2016

Preparando la conferencia en la Librería Athenas de Segorbe. ¿Quien fue Eliseo Reclús?

"Tengo necesidad de andar, de ver nuevos países, de contemplar sobre todo esas cordilleras con las cuales sueño desde mi infancia... Por otro lado, ver la tierra es para mí tanto como estudiarla; mi único estudio verdaderamente serio es el de la geografía, y creo que es mucho mejor observar la naturaleza en ella misma, que figurársela en el fondo de su cuarto de trabajo. Ninguna descripción, por bella que sea, puede ser verdadera, porque no puede reproducir la vida del paisaje, el correr del agua, el temblar de las hojas, el canto de los pájaros, el perfume de las flores, las formas cambiantes de las nubes; para conocer es preciso ver."


El geógrafo anarquista Elisée Reclus fue un asiduo colaborador de La Escuela Moderna, así como uno de los autores más queridos por los anarquistas españoles. Reclus fue un viajero infatigable, un amante de la Tierra en su conjunto, un observador minucioso de todos los elementos del paisaje, fuesen éstos una inmensa cordillera y un gran río, o bien, una suave colina y un pequeño arroyo. Reclus era un ciudadano cosmopolita, manejaba diferentes idiomas y siempre estudiaba la naturaleza en su relación con los seres humanos; para él la humanidad debía prestar mucha atención a la naturaleza porque podía extraer de ella importantes lecciones para la vida. Era asimismo un defensor del progreso, pero siempre que éste no se hiciese a espaldas o contra la naturaleza. Sus libros estaban presentes en todas las bibliotecas anarquistas y los trabajadores y trabajadoras libertarios los devoraban. Entre sus escritos más leídos estaban El Hombre y la Tierra, una monumental obra de seis volúmenes y más de tres mil quinientas páginas, en las que el geógrafo francés traza la evolución de la vida en la Tierra desde una perspectiva global y multidisciplinar, yEl arroyo, un librito delicioso en el que Reclus sigue el curso de un pequeño arroyo desde que nace hasta que desaparece.

En una conversación con Pedro Barrio, un viejo anarquista español que se afilió a la CNT y a las Juventudes Libertarias durante la II República, nos habló así sobre la poderosa influencia que ejerció Elisée Reclus sobre estos jóvenes libertarios:

"Había una obra que a nosotros nos volvía locos, que en cuanto podíamos la comprábamos a plazos para el ateneo, El Hombre y la Tierra de Elisée Reclus, solíamos tener una biblioteca sencilla, buena dentro de las posibilidades que había (...) Era una obra muy cara y no la podíamos comprar cada uno, la teníamos que comprar entre todos. Teníamos una biblioteca en el ateneo y de allí la sacábamos y después la devolvíamos.
Por regla general las lecturas nuestras eran buenas, por ejemplo El manantial, un libro precioso de Elisée Reclus, te habla desde que nace, desde que brota la primera gota de un manantial, como se va transformando, como va el arroyo, como riega los prados, como llega a la ciudad, como se transforma en río y termina en el mar... Él escribió mucho sobre la naturaleza, El Hombre y la Tierra es un estudio completo de la vida en el planeta, y ya apunta los excesos del mercantilismo, los excesos del maquinismo y los efectos negativos que puede tener sobre la biosfera y sobre la tierra."

Reclus mostró durante toda su vida una honda preocupación por la educación y, frente a las largas horas de encierro en las aulas, aconsejó siempre el contacto directo con la naturaleza. Este contacto hará a los jóvenes más libres y "el tedio de la escuela no conseguirá hacer desaparecer de sus cerebros los recuerdos de la libre naturaleza. Que el colegial salido de la cárcel, excéptico y extenuado, se aficione a seguir el borde del arroyo, que contemple los remolinos, que separe las hojas o levante las piedras para ver salir el agua de los pequeños manantiales, y muy pronto volverá a ser sencillo de corazón, jovial y cándido." 


3 comentarios:

Anónimo dijo...

El de la foto es Elías, no Eliseo. Vosotros haceis la charla de Eliseo no de Elías.

Anónimo dijo...

Ya está corregido.Gracias.

Anónimo dijo...

Las que tu tienes ¬¬