lunes, 13 de febrero de 2017

¿Tomates que sepan a tomate?

Resultado de imagen de tomate rosaEsta semana el diario "Las Provincias" ha informado sobre la última ocurrencia de los científicos del Politécnico de Valencia, que con la colaboración del CESIC(Consejo superior de investigaciones científicas), dicen estar cerca de conseguir que las variedades de tomates híbridos sepan realmente a tomate. Con ello admiten, entre líneas, que los tomates "industriales" están cada día más alejados de lo que realmente es un tomate, algo es algo, entre tanta banalidad. 

Al parecer, dicen haber descubierto "13 compuestos pequeños que son los que confieren el sabor al tomate”.


Estupefactos nos quedamos unos cuantos amigos al comentar la noticia, ya que tenía toda la pinta de ser una campaña publicitaria al estilo más cutre y engañosa de cuantas se recuerdan, haciendo creer que el origen del sabor del tomate pudiese reducirse a una cuestión puramente genética, sin comprender la simbiosis de numerosos factores que poco o nada tienen que ver con la genética y que han constituido eso que llaman "el sabor del tomate tradicional".


La investigación científica suele estar alejada de las cosas lógicas, racionales y mesuradas. Lo decimos claramente, sobre todo si a lo que nos referimos es a la investigación en el terreno de la alimentación. El planteamiento de la industria, la universidad(salvo pequeñas excepciones...), el mercado, los técnicos... no es el que tendríamos la gente común. Ellos trabajan para multinacionales que pagan  e invierten en este tipo de estudios, que lo que hacen es complicar la realidad porque lo lógico no es productivo.

Nuestro planteamiento sería sencillo; si lo que quisiésemos es recuperar ese tomate original sin modificaciones en sabor, textura, olor o nutrientes..., habría que empezar a recuperar esas variedades centenarias que realmente no han sido cruzadas infinitamente, para volver a reconocer lo que es un tomate en sí. Pues no, no piensan como nosotros la clase científica, ya que si esto sucediera, poco o nada de trabajo tendrían toda esa cúpula de planificadores e ingenieros, que con su trabajo están amenazando lo poco que queda de "vida buena".

Sus grandes descubrimientos, según su credo, permitirán mantener o introducir los genes del sabor del tomate tradicional en uno híbrido, y por lo tanto consumar el engaño. Como decíamos difícil de creer, aunque a todos nos han hecho dudar en alguna ocasión debido a las barbaridades que la ciencia ha demostrado poder realizar. Y yo mismo dude al leer la noticia, ya que consideraba que si esto fuera posible el "engaño" sería mucho más sofisticado y como dirían los situacionistas, ahora sí, lo verdadero tan solo sería un momento de lo falso.

Miguel Rivas. Colaborador de El eco del Palancia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy fuerte que se estén gastando nuestros impuestos en investigar en como darles sabor de tomates a los tomates. Hemos llegado a una degeneración tan alarmante que la hemos interiorizado. La critica de todo lo que esta pasando ya no es una critica sino un sucedáneo de la critica. Ya no se critica que los tomates ya no sean tomates si no su sabor y en vez de ir a la raíz del problema se intenta seguir con el mismo modo de producción pero manipulándolo científicamente para que sepa a tomate sin serlo. Lo que preocupa ya no es que sea un tomate o no, sino que sepa a tomate. El problema no es que los modos de producción son nocivos; el problema no es que ya no se cultivan alimentos de verdad... el verdadero problema es que los sucedáneos no saben de verdad y a las masas han de hacerles ver (tener la ilusión más que nada) de que aquello que consumen es verdadero.

Anónimo dijo...

Leí la noticia y mi asombro fue el mismo. La verdad no queda lugar ya ni para el llanto. Señores científicos de la bio ingeniería, hacednos un favor y...desapareced.

Anónimo dijo...

Me quito el sombrero ante estos genios entre los cuales supongo estará el señor J. M. Mulet.
Hace falta ser muy, pero muy tonto para cambiarle el olor y el sabor a la mierda para poder comértela. Seguirá siendo mierda.
Pues con esto ocurre lo mismo, si ya tienes un tomate con un sabor y olor estupendo y que puede reproducir todo el mundo mediante sus semillas. Para que quieres poner ese sabor y olor en un pedazo de corcho.
En que gastan el dinero de nuestros impuesto. Aún veremos mas.

Anónimo dijo...

Pero con el tomate de verdad tienen problemas de comercialización debido a que su cultivo requiere unas pautas que la agricultura industrial no puede cumplir. Entonces el tema es poder hacer un sucedáneo de tomate que parezca tomate de verdad. Tomate industrial como si fuera una variedad tradicional. Lo mismo harán con el agua, con el aire y con todo lo existente.

Anónimo dijo...

Esto es lo que los intectuales estadistas llaman post verdad, ósea otra mentira. La hortaliza perdió tada definición al hacerla industrial aunque se recoge del campo, pero no es tomate ni es hortaliza. A la industria agrícola, más concretamente la de plástico se le acaba el chollo, le ha salido un competidor en la zona de su consumo, Holanda. Allí ya recogen pelotas llamadas tomates con químico al 100% y sin tierra. Esto es la post verdad, un paso adelante más quimico