
Llegan las setas. Esperamos que estas últimas lluvias nos proporcionen una buena temporada y podamos disfrutar de esta fantástica tradición, con tranquilidad y sosiego. Ciertamente, en los últimos años existe una tendencia un poco viciada por el abuso generalizado a la hora de recoger alguna variedad como los rebollones (sobre todo), poco respeto, mentalidad mercantil y un proceso de turismo gastronómico que no ha todos nos gusta.
Aun con todo, la recogida lógica y sostenible de estos hongos no se debe perder...

Aun con todo, ahora llegan las setas. Esperamos que estas últimas lluvias nos proporcionen una buena
temporada y podamos disfrutar de esta fantástica tradición, con tranquilidad y
sosiego. Ciertamente, en los últimos años existe una tendencia un poco viciada por
el abuso generalizado a la hora de
recoger alguna variedad como los rebollones (sobre todo), poco respeto,
mentalidad mercantil y un proceso de turismo gastronómico que no ha todos nos
gusta ( caminos que parecen parkings de automóviles, seteros con rastrillos sin ningún tipo de escrúpulos, y demás imágenes que debemos combatir para que no se reproduzcan como en años anteriores).
Por el contrario, la recogida lógica y sostenible de estos
hongos no se debe perder, es bueno
aprender a reconocer, ampliar el número de especies ya conocidas, y tratar al monte como el nos trata, con
reciprocidad, cogiendo solo lo que necesitamos y evitar en la medida de lo posible interrumpir los procesos vitales que en la montaña se desarrollan.

Nuestras sierras no deben tardar en
dar lo que todo el año llevan acopiando y que nosotros disfrutemos de manera
sana de esta tradición, es lo que naturaleza espera…no le fallemos.
1 comentario:
Fantástico artículo que pone de manifiesto algunos de los problemas con los que nos encontramos los que todavía tenemos algo de respeto por lo que el monte alberga. Para los desamparados con rastrillos y usurpadores, hagamosles saber lo que hay con voz propia.
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