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“Es necesario
caminar hacia otro modelo de sociedad y por supuesto hacia otro modelo
territorial, con el fin de poder hacer frente desde ya a la degradación social
y en ascenso; y al camino hacia el caos y la barbarie que se esta gestando y
para ello habrá que parar como sea la lengua de lava urbanizadora.”
(Ramón Fernández Durán. El tsunami urbanizador español y mundial)
Buen otoño a todos. Ahora que
las fiestas de los pueblos acaban y vuelve el frio es hora de volver al debate
en torno al PGOU de Viver. Podríamos haber titulado este artículo como el
tercero de los dos sobre el nuevo plan urbanístico de Viver ya publicados pero
como se repetirán ideas ya abarcadas, pero ahora desde otros prismas, y los
artículos no siguen un orden coherente de ideas hemos decidido no seguir
enumerándolos.
Entre
los años 1950-1981 los municipios de menos de 2.000 habitantes vieron partir en
torno a unos 4´8 millones de sus vecinos. Esta masa de millones de personas se
dirigió sobre todo a las grandes ciudades y áreas industrializadas quedando la
mayor parte del territorio (en torno a un 80%) de la Península Ibérica
despoblado. Abandonaron las tierras
donde sus antepasados se habían mantenido arraigados durante generaciones
rompiendo con el estilo de vida rural naciendo el sujeto postmoderno de la
actualidad, el individuo sin raíces que solo se esfuerza en su trabajo
asalariado, que ocupa su tiempo de ocio entre el coche y su sofá delante de la
pantalla y que solo se indigna cuando le recortan servicios. Al ser abandonado
el territorio y por tanto su estilo de vida fueron abandonados infinidad de
saberes populares, especies autóctonas de semillas y de animales con el
perjuicio que esto puede provocar para la soberanía alimentaria del futuro.
Dejaron un modo de vida sostenible para contribuir al modelo de vida
insostenible de la actualidad.
Con
este abandono del medio rural el capital se apoderó casi por completo de la
rama de la construcción de viviendas, comenzando el proceso de construcción de
viviendas de mala calidad que conocemos en la actualidad. Nuestros antepasados
tuvieron mucho que ver en la construcción de sus casas, ya que estas eran
hechas entre los vecinos siendo activos, creativos y soberanos en la
arquitectura local en la medida que ello era hacedero. Las casas y el urbanismo
rural muestran la relación de los pueblos con su medio natural. En Viver, por
ejemplo, podemos ver aun las poleas en lo alto de las fachadas para subir al
porche las almendras y dejarlas secar, anillas en las puertas de las casas para
atar el caballo, corrales en las plantas bajas, fuentes por todas partes,
lavaderos, abrevaderos para caballos…etc. al igual que en otros municipios encontramos
elementos que muestran la relación con el medio. Un ejemplo de la libertad que
tenia el pueblo para decidir y contribuir colectivamente en lo publico son la
cantidad de cubos para vino que había en la calle, construidos por estos con
unos materiales de gran calidad y de uso compartido.
Lo
que en la actualidad podemos ver son imitaciones de las ciudades, antagonismos
con el medio, no-lugares, no hay espacios para la convivencialidad. El medio
esta degradado porque ya no le prestamos atención y lo degradamos con la excusa
del progreso[1], algo
que puede resultarnos muy caro en un futuro. La arquitectura de la actualidad
es fea, sin seguir tradiciones y sin tener en cuenta nada. Las casas de hoy ya
no son ornamentos de la naturaleza sino desfiguraciones de ella, son todas
iguales en todas partes. Puedes optar por hacerte un chalet si tu nivel
adquisitivo es el adecuado diseñado por un arquitecto, comprarte un adosado que
es exactamente igual a los otros veinte que tienes alrededor o puedes comprarte
un piso en un edificio colmena. Ninguno de los tres estará en consonancia con
el territorio; los materiales serán de mala calidad; su orientación con
respecto a las horas del sol no serán las adecuadas; tu libertad, tu poder de
decisión y tu creatividad serán nulas porque será un producto comprado de una
producción en cadena como todo lo que hoy se produce y todos estarán hechos
para seguir el estilo de vida urbano, nunca el rural que es el símbolo del
atraso y el que hay que erradicar.
Cada
forma de urbanismo importada de la ciudad (tanto piso, como chalet, como
adosado) es una agresión hacia el modo de vida rural. El medio de vida
urbano, no convivencial, consumista y no democrático se ha ido imponiendo poco
a poco en nuestros pueblos. Cada vez más nos hemos ido separando de nuestro
medio natural y el modo de vida de la gente del pueblo se ha visto siempre como
de una “España” de otra época y todos nos hemos tenido que arrodillar a la
nueva era del Progreso.
Pero
lo principal no es una cuestión estética o de utilidad urbanística (que sigue siendo
de suma importancia) sino de supervivencia humana y de nuestro medio natural. Al
no depender ya de nuestro medio rural dependeremos de otros produciéndose una
terciarización de la economía del país acorde con la evolución del capitalismo,
los centros de producción de alimentos ya no serán nuestro entorno más cercano
sino que cada día estarán más lejos. Serán países “subdesarrollados” los que
tendrán que producir esos alimentos y nosotros podremos al fin librarnos de ese
estilo de vida tan “atrasado” que a través de un adoctrinamiento brutal nos han
hecho odiar. Al igual que las ciudades han podido existir gracias a los pueblos
expoliados que las rodeaban, ahora los países “desarrollados” existen gracias a
los países “subdesarrollados” a los que explotan.
El
actual sistema solo puede llevarnos a la destrucción. Las estimaciones sobre
el, cada vez más próximo, fin del petróleo barato va a ser el talón de Aquiles
del actual sistema productivo y territorial y las autoridades siguen mirando
hacia otro lado. Del petróleo barato depende la agricultura industrial y el
transporte de los alimentos que cada vez vienen de más lejos. Amplios sectores
de la población se verán incapaces de cubrir sus necesidades básicas vía mercado, como los habitantes de las
grandes ciudades que al haber destruido su medio natural para autoabastecerse
sufrirán hambrunas, por lo tanto es necesario un cambio de mentalidad y una
movilización social en contra de los planes destructivos del capitalismo en el
plano local, en este caso el nuevo PGOU del Ayuntamiento de Viver que quiere destruir
el cÍrculo verde que nos rodea y que nuestros antepasados se preocuparon de
mantenerlo fértil. Por ello, nos declaramos totalmente en contra del nuevo PGOU
y animamos a la población a que muestre su opinión con los medios que considere
oportuno.
Para
acabar citaremos unas palabras de Ramón Fernández Durán:
“Será también necesario ir
eliminando infraestructuras de transporte, pues la naturaleza y el transporte
masivo son enemigos. Sanear y reconstruir asimismo los sistemas ambientales y
territoriales devastados, creando una nueva geografía. Regenerar en la medida
de lo posible, el inmenso espacio de no-lugares que se han creado en los
crecimientos metropolitanos, periféricos, al tiempo que recuperamos para la
habitalidad el interior de las ciudades. Reconectar nuestras formas de
conocimiento y cultura con el territorio, al tiempo que volvemos a recrear
estructuras comunitarias. Y sobre todo
rescatar el importante patrimonio agrícola construido durante generaciones en torno a los asentamientos humanos que se
está tirando literalmente por la borda. Todas las sociedades antes del
capitalismo fueron sociedades campesinas, y las que sobrevivan también lo
serán, aunque no sean iguales a las del pasado. No podrán serlo. Pero, eso sí,
de ellas habrá mucho que aprender.”
Santiago Fernández.
[1] El caso de
Ragudo es lamentable, se ha convertido en algo horrible, un lugar donde su destrucción
nos debería de indignar a todos. Allá donde mires en Ragudo ya no ves naturaleza, no hay
belleza sino símbolos de destrucción como la autovía, el aeropuerto, los
molinos…etc. Ragudo es el basurero de Viver, el gobierno del Partido Popular de
Viver ya quiso hacer allí una cárcel y no sabemos todavía las increíbles ideas
que puede tener el actual ayuntamiento socialista pero nos podemos hacer una
idea viendo la línea que se ha seguido todos estos años.
4 comentarios:
Buen artículo. Santi. Desgraciadamente, el Viver que comentas no es más que el espejo del resto de la comarca.
Si, todo lo dicho es extrapolable a todos los pueblos. Hay algunos peores que otros pero no es cuestion de hacer una ranking. Incluso los pueblos como Jerica que han cuidado su nucleo medieval convirtiendose en uno de los pueblos más bonitos de la comarca han destrozado sus alrrededores con las nuevas construcciones al igual que otros pueblos de fuera de la comarca y de un nucleo fuerte medieval como Rubielos de Mora. Nadie escapa a la fealdad del adosado/piso/Chalet.
Como bien apuntas mi querido Santi, el actual estado de desarrollo del capitalismo ha sido posible tras el uso de combustibles fósiles. Sin embargo este modelo tiene los días contados. Y en caso de que se pudiera mantener durante unas décadas más, el nivel de competencia de países emergentes haría igualmente palidecer nuestro actual sistema de vida. Mientras los delicuentes que nos gobiernan sigan empecinados en mantener este camino suicida y homicida, y no acierten a ver más halla de su embriaguez materialista, nuestro entorno más cercano estará abocado al colapso. Hasta un ciego podría ver que en este escenario que se avecina la soberanía alimentaria y por ende económica cobra vital importancia, pero esta cuestión queda lejos del debate social. Por ello apoyo tus reflexiones.
Muchas Gracias Valeriano, ahora que el debate social es nulo y que parece que el colapso esta cada vez más cerca es hora de poner sobre la mesa el modo de afrontar la destruccion que nuestros ayuntamientos siguen promoviendo.
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