Hace
ahora poco menos de un año que nos hacíamos eco en estas páginas de la
tradición popular navideña ligada a la interpretación de las albadas en
nuestros pueblos. Remarcábamos su carácter popular porque así lo era, y
enfatizábamos en su origen la crítica y la picaresca. Así pues, igual que nos
descubría que no todo se basaba en su aspecto religioso, hoy presentamos este
artículo enviado por una colaboradora que hace lo similar con otra creación popular palantina, el villancico.
El sentido y
significado del villancico, la forma musical que todos conocemos y que tanto
escuchamos en estas fechas, se aleja mucho del carácter religioso o navideño que ahora posee.
Este surge aproximadamente hacia el año 1520
dentro del periodo del Alto
Renacimiento, debido a que la España del último tercio de siglo XV vive
momentos de prosperidad política y económica que la convierten en la gran potencia
europea del Renacimiento. Los reyes católicos impulsaron de manera notable la
música en sus cortes, de este modo junto con la necesidad de búsqueda de un estilo nacional propio
en contra del estilo Internacional polifónico franco-flamenco que se había
extendido por Europa, como hicieron otros países como Italia, Alemania e
Inglaterra, España busca formas
musicales propias las cuales fueron el villancico y el romance, cuyo autor
más relevante de esta primera etapa es Juan
del Enzina.
Centrándonos en la
forma villancico su nombre significa “Canción de
villanos” y se caracteriza por ser una forma popular proveniente del campo profano, con un estilo popular, vivaz y
simple, el cual es fruto de la síntesis de las tradiciones musicales judía,
cristiana y árabe, siendo en una forma musical y poética que alternaba coplas
con estribillo, su melodía principal se hallaba en la voz superior y
normalmente estaba destinado a ser ejecutado por un solista al que le
acompañaban dos o tres instrumentos.
Es más
tarde cuando la forma musical del villancico se aleja de su carácter primero,
debido a que las autoridades
eclesiásticas empiezan a considerar la conveniencia de introducir en la
liturgia composiciones en castellano como
el villancico como una forma de acercar al pueblo a los misterios de la Fe
católica. Así pues, el villancico poco a poco va cambiando su temática
sobre el amor cortés para ir centrándose en temas de tipo religioso, pasando a estar
al servicio funcional de la Iglesia.
Actualmente
el villancico ha seguido evolucionando y se encuentra al servicio de otro tipo
de “doctrina”, el Consumismo, el cual se sirve de estos como medio publicitario
con el fin de fomentar aun más el consumo en estas fechas.
M. C.
1 comentario:
Excelente articulo para darnos cuenta de la apropiación por grupos de influencia, (en este caso de tipo religioso) de tradiciones populares. Es evidente que nuestra cultura está marcadamente influenciada por las religiones, pero es importante conocer las raíces populares de gran parte de nuestras costumbres.
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