Dados los comentarios que durante
esta última semana se han dado en este espacio, empezamos este artículo
diciendo que somos conscientes de la contrapartida que el uso de Internet y de
este blog supone para nuestras vidas. Muchos de nosotros nos oponemos radicalmente
al uso de este tipo de tecnología, que no es más que otro modelo de red social
como lo puede ser twiter o facebook,
a los que nos negamos y despreciamos, pero lo cierto es que dadas las
dificultades con las que nos encontramos en la comarca para hacer llegar a la
gente de manera asidua noticias que consideramos interesantes por estar
relacionadas con aspectos criticables en el día a día, en lo cotidiano de
nuestra comarca, decidimos hacer un uso de este tipo de tecnología opresiva e
individualista como medio, aún sabiendo lo que ello comporta. Por supuesto, las
personas que participamos en este proyecto, sabemos del daño que hacemos
utilizando esta infraestructura (gasto energético, económico, daño ambiental, se
potencia el individualismo del ordenador y el tiempo personal aislados…)
contando con que para un cambio cualitativo del estado de cosas en que vivimos,
preconizado en muchos casos desde diferentes textos aquí publicados, o para la
realización de las prácticas tradicionales también aquí defendidas, este tipo
de medios no solo sería perjudicial, sino innecesario. Internet, al igual que
otros medios que utilizamos y que no por ello queremos dejar de criticar, como
por ejemplo el coche particular, se deberían pues eliminar tal y como los
conocemos, pero el hecho de ser utilizados no los convierte en un blindado para
la crítica, donde a su vez nos examinamos a nosotros mismos.
En este mismo sentido, uno de los
aspectos que merece la pena remarcar, puesto que estos últimos días está
trayendo cola, es el de los comentarios. La participación en un medio de estas
características sabemos entraña, entre muchas otras cosas, el no dar la cara
ante el anonimato que impone la red, el poder dejar tu comentario y quedarte
agusto sin tener que mirar a los ojos de la persona con la que discutes, el
creer que estas contribuyendo a algo con tus aportaciones cuando en realidad
haces lo contrario, el pensar que enriqueces un “debate” cuando más bien lo
corrompes, lo llevas a malinterpretaciones derivadas del único fin al que puede
llegar una “discusión” que no tiene lugar cara a cara...con lo que al igual que
suele ocurrir en las habituales “tertulias” por watsapp, estas no ganan, más bien pierden todo su significado. Como
diría Neil Postman, acabamos siendo utilizados por el mismo ordenador que
nosotros creemos utilizar, como un apéndice más de esta máquina, es decir,
acabamos siendo máquinas. Si no podemos preguntarnos por la especie de estrés
que a menudo nos hace sentir el entrar a consultar nuestro correo, a la espera
de un mensaje nuevo, o el efecto placebo que nos produce el soltar nuestra
particular parrafada sin más consecuencias.
A tales efectos, si una cosa han
provocado Internet y el ordenador, además del citado aislamiento individual y
degradación del pensamiento, es la generalización y el fortalecimiento de las
élites técnicas, burocráticas y económicas que los hacen posibles, así como la
negación de un verdadero cambio, o sea, fortalecer la dominación del Poder
sobre nosotros mismos, en una acción que para muchos es sinónimo y garante de
libertad y de progreso. Y esto tiene lugar por varias razones, por la
dependencia en los medios técnicos a su vez dependientes del resto del sistema
capitalista tal y como esta organizado, y por la sensación de participación en
discusiones o “causas sociales” sin un cuestionamiento desde lo político de la
influencia que aquí ejerce la tecnología, cuando luego dejamos en un segundo
plano las implicaciones reales de cada día. Seamos conscientes, el chismorreo
en Internet si algo hace es obviar la desposesión que en el resto de problemas
cotidianos padecemos, dando la apariencia de que nuestra opinión cuenta como en
una especie de democracia virtual participativa. Nos lleva a creer que somos
actores con discurso pero sin rostro en este circo que es la sociedad
tecnológica de masas, al igual que el parlamentarismo y los partidos hacen con
el voto.
De
todas estas cuestiones se ha discutido mucho, y existe una amplia bibliografía
al respecto, pero con esta breve nota solo me gustaría remarcar que el único uso
que para mi tiene aquí sentido es el de informar y que todo el mundo se pueda
enterar de cosas que de otro modo no nos llegarían. Para hablar y discutir ya
existen otros espacios en la comarca que no cuentan con el lastre que la
tecnología impone en las relaciones personales y en las conciencias.
"Y es que el
siglo en que me tocó vivir y crecer no fue un siglo de pasión. Era un mundo
ordenado, con estratos bien definidos y transiciones serenas, un mundo sin
odio. El ritmo de las nuevas velocidades no había pasado todavía de las
máquinas -el automóvil, el teléfono, la radio y el avión- al hombre; el tiempo
y la edad tenían otra medida. Se vivía más reposadamente y, si intento evocar
las figuras de los adultos que acompañaron mí infancia, me llama la atención
que […] Andaban despacio, hablaban con comedimiento […] Ni siquiera siendo yo
muy niño, cuando mi padre todavía no había cumplido los cuarenta, recuerdo
haberlo visto subir o bajar escaleras apresuradamente ni hacer nunca nada con
prisa aparente.”
Stefan Zweig, El mundo de ayer.
Thymus vulgaris
2 comentarios:
Interesante cita; pienso en que el hecho de poder comentar los artículos debería ser para enriquecerlos e intercambiar ideas e información sobre los temas, como se ha venido haciendo siempre, teniendo en cuenta el desafortunado hecho de tener que hablar por aquí y no reunidos como sería más enriquecedor. El problema surge cuando se hace un uso de ellos para crear discusiones y "campaña política", sumando la falta de comunicación no verbal que hace a veces que los comentarios no terminen de ser entendidos por el receptor con el carácter que el autor desearía. Por ello como lectora asidua me gustaría poder seguir intercambiando información ÚTIL y no discutir sobre opiniones particulares porque para eso ya hay otro tipo de "webs" y a muchos no nos importa que espectáculos vayan a ver los políticos. Entre todos continuemos dando vida a esta página tan enriquecedora e interesante.
Desde luego, lo que propones es a lo que intentaba referirme con el artículo.
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