martes, 10 de junio de 2014

Reflexiones sobre el agua

Debido al transcurrir de los acontecimientos pensamos que el consumo de agua de la empresa DAFSA puede repercutir desfavorablemente en el mantenimiento de un caudal mínimo ecológico en el Río Palancia que puede agravar todavía más el lamentable estado por el que pasa el río en su transcurrir por algunos pueblos.

El volumen de agua que se vierte al río repercute pues directamente sobre el caudal que este lleva, por lo que una reducción de semejantes características puede afectar indirectamente al llamado caudal mínimo ecológico, es decir, el mínimo de agua que el río debe de llevar para asegurar el desarrollo de distintos tipos de seres vivos y microorganismos, entre ellos distintas especies de peces que necesitan de unas profundidades y una corriente mínimas para frezar, para reproducirse, por lo que esta medida estaría atentando gravemente contra la biodiversidad no solo faunística, sino también en lo que respecta a la flora, en numerosos tramos del Palancia.



La red de acequias es una técnica hidráulica que se correspondía con la concepción del agua como bien comunal y al vivir en común de la gente (R. Germinal), por eso este es el tiempo del riego localizado a goteo, porque de comunal ya no existe nada, ni siquiera en la agricultura. El trabajo asalariado debilita las acequias porque para su mantenimiento debe existir dicha comunidad.

De todos modos, el panorama de las acequias todavía resulta una tarea principalmente comunal, pues si bien no tiene porque realizarse en conjunto, el hecho de que cada agricultor deba mantener limpio su trozo de acequia redunda en el beneficio colectivo de que el agua pase sin impedimentos y no se creen emboces, cuestión indispensable en situaciones de sequía en las que se intenta no perder nada, como ocurrió por ejemplo hace dos veranos en algunos municipios, lo que hace que consideremos esta una práctica positiva como lo podía ser el limpiar cada uno su trozo de calle, los linderos de los caminos y bancales, las sendas, etc.

Las acequias de tierra, y en menor medida las de hormigón representan corredores ecológicos para la flora y la fauna, lo que no ocurre desde luego con el pvc,  presentado en pro de una supuesta eficiencia en el riego que quiere servir a la Confederación Hidrográfica del Júcar para aseverar que nuestro sistema de riego es deficitario y que se nos tiene que reducir el volumen de agua.

Ciertamente el modo en que regamos hace que muchas veces grandes cantidades de agua vayan al río, lo que ocurrirá no obstante de igual modo al estar la balsa llena, y que como decimos repercute favorablemente en la cantidad de agua que lleva el río. Pero mientras se pone el grito en el cielo sobre la extinción de especies y de biodiversidad, se dice que nuestro riego es deficitario y se amenaza con la posibilidad de establecer caudalímetros en las balsas.
La urbanización desmesurada que hemos padecido en todos nuestros pueblos ha hecho efectivamente que se reduzca de manera considerable la superficie rústica y aumente la urbana, lo que al parecer ha hecho que nos corresponda menos agua para riego, pero ¿ha servido esto de pretexto para controlar cada vez más el agua?



1 comentario:

Santiago Fernandez dijo...

El agua es una mercancia y no un bien comun. Vivimos un drama y lo unico que hacemos es preocuparnos por nuestros bolsillos. Sin agua no es posible la vida y el acceso a esta (si no paramos a nuestros dirigentes) sera inaccesible para aquellos que no podamos pagarla. DAFSA NO!!!!!