Hemos encontrado este comentario en la web de
lafertilidaddelatierra.com buscando respuestas a un problema habitual entre los
que plantamos variedades autóctonas. La respuesta es bien sencilla y creemos
que interesante para compartirla. Pensemos pues en el sabor, el color y el
aroma que desprenden esas afortunadas que llegan a cuajar mientras esperamos
con ansia nuestros primeros tomaticos.
Hace ya algunos años que a la hora de fructificar
el tomate (variedades autóctonas), gran parte de las flores se secan por el
pedúnculo y se caen. Esto no ocurre con variedades híbridas (la más utilizada
en esta zona es el "Óptima"). ¿Se trata de algún tipo de virus?,
¿puede existir polinización con las variedades híbridas y ser esto la
consecuencia? Puedo añadir que obtengo mi propia planta de hortaliza mediante
semillero (aquí se le llama "olla") y este año no he plantado ninguna
variedad híbrida.
Respuesta:
Hay varias cuestiones que vale la pena mencionar, ya que el cuajado de las
flores en los ramilletes de tomate es un tema importante. Es normal lo que nos
comentas, que haya algunas variedades autóctonas que pierden muchas flores, en
comparación a las variedades híbridas. En gran parte es debido a la mejora
genética de las variedades híbridas, que ha seleccionando durante años el
cuajado de los ramilletes florales como uno de los caracteres más importantes.
Una solución para las variedades autóctonas es encontrar las que tengan buen
cuajado y funcionen bien en tu zona, ya que al ser líneas puras siempre se van
a comportar de la misma manera. Por otra parte, si bien es cierto que las
variedades autóctonas se suponen rústicas y bien adaptadas, no son resistentes
a las virosis, debido a que la mayoría de los virus son de reciente entrada en
España, en la década de los 80 (ToMV, PVY, CMV) y principios de los 90 (TYLCV,
TSWV). Pueden afectar negativamente al cuajado de las flores, pero deberías ver
síntomas característicos de cada virosis en las hojas y los tallos. Por último,
comentar que las tomateras son autógamas, es decir, que la planta es fecundada
por sus propias flores, y solo hay un bajo porcentaje de cruce con flores de
otras plantas, alrededor del 3%. Para que ocurra la polinización es necesaria
la acción del viento o las visitas de los insectos, y también que la
temperatura y humedad sean adecuadas.
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