martes, 23 de febrero de 2016

Un segorbino y un sonejero entre los responsables de que se vaya a poder viajar a 1200km/h.

El Alto Palancia no está de enhorabuena que quede claro, o por lo menos no lo estamos todos. En los últimos días ha transcendido la noticia de que varios palantinos han colaborado en el diseño de  Hyperloop, uno de los últimos inventos para viajar a velocidades inpensables:

"una cápsula que se mueve a 1.200 kilómetros por hora dentro de un tubo de acero que realizará su primer trayecto en 2021. Con capacidad para una treintena de pasajeros. (1)

Pese a que los medios de comunicación locales han mostrado su satisfacción por esta noticia, a nosotros nos parece que no hay motivo para la alegría. Se alegran porque son esclavos del progreso, de ese ideal que esta conduciendo al mundo y a nuestras vidas  a un callejón sin salida. Los que nos oponemos al progreso y al régimen actual de movilidad no podemos más que mostrar nuestro rechazo a todos estos científicos, que lo que consiguen con su esfuerzo es favorecer a formar una sociedad absurda y abominable. 

La velocidad es la dictadura del progreso. Por si no teníamos bastante con los Trenes de Alta Velocidad ahora esta panda de iluminados pretende romper todas las fronteras y aumentar considerablemente la velocidad en los trayectos. Y decimos que nos parece deleznable porque nos oponemos a un régimen de la prisa y del desenfreno, al mal progresista. 

Nosotros pretendemos una vida tranquila, en un espacio concreto en consonancia con el medio (natural e urbano). Sin necesidad de trabajar a 500km de donde vivimos o de ir a comprar a una tienda en Londres y volver en el día. Eso es una carencia, una vida absurda  que amenaza a nuestra existencia y al planeta.

El progreso no es más que el ideal de la industria y del consumo y no respeta la interacción lógica y racional de los habitantes con su entorno. La comunidad científica no nos sirve, ella es la responsable del modo de vida artificial que sufrimos y que abarca hasta el último rincón del planeta. Esta "huida hacía adelante" se la inculcan a los estudiantes o científicos desde el momento en que entran en la universidad. Los límites internos del planeta están desbordados y muestran verdaderas catástrofes, ellos se encargan en solucionarlo todo con un desarrollo tecnológico sin límites e inhumano. Siempre sumando tecnología y rapidez se pretende crear un régimen perfecto capaz de todo. Esa perfección es un sueño y será la tumba del régimen capitalista. Los científicos pretenden romper todos los límites, siempre avanzar hasta lo imposible, sin darse cuenta que una sociedad que rompe sus límites y su sentido está condenada a fracasar estrepitosamente, por lo menos, en la misma proporción que los "avances" absurdos

Miguel Rivas
Colaborador de El eco del Palancia.

(1)Agencia EFE.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

A esa velocidad capitalista la mente se centrifuga y se pierde el paisaje. Me recuerda a la canción de Mercedes Sosa "gracias a la vida". La voy a cantar:
"Gracias a la comida, que he engordado tanto, comí dos pucheros, llenos de garbanzos, y los dulces me chiflan, como un mazo engo que adelgazar, o reviento o me derramo. Gracias a la comida he engordado tanto"

Anónimo dijo...

Alguien se ha comido una coma y la T de tengo para no comer tanto. Gracias por la comparativa humoristic.

Anónimo dijo...

Madre mia! la sociedad aplaudiendo a cientificos locos que nos llevan a la ruina sin valorar el gran impacto que tienen este tipo de experimentos. Parece una novela de H.G. Wells

Anónimo dijo...

Estos chavales desconocen el mal que pueden estar pariendo...

Anónimo dijo...

Son la perfecta representación de la soberbia. Lástima tanta inteligencia basura, son capaces de hacer volar cuatro plásticos a velocidades y alturas de "record" utilizando para su tecno-circo recursos de "record" que falta nos harían invertir en vida y humanidad...

Anónimo dijo...

Dice : "Promete ser un sistema rápido, barato, con salidas casi inmediatas para el viajero y sostenible para el medioambiente." Pero si no se puede contruir ni en el desierto, ni es repido ni es inmediato. ¡ah! lo del "medio ambiente" mas bien es ambiente medio de la cantina del poli

Anónimo dijo...

Recomendamos el libro "Un futuro sin provenir. Por que no hay que salvar a la investigación científica" para ver una visión diferente de está cuestión. Lo puedes encontrar en la librería del ateneo Octubre del 36.
Saludos.