martes, 26 de julio de 2016

Todos somos Utopistas

"Sin los utopistas del pasado, los hombres todavía vivirían en cavernas, desnudos y miserables. Fueron los utopistas los que delinearon la primera ciudad (...). Los sueños generosos producen realidades benéficas. La utopía es principio de todo progreso y el ensayo de un mundo mejor"
                                                                                  Anatole France


La palabra "Utopía" esta menospreciada, incluso muchos de nosotros la hemos rechazado. La utilizamos despectivamente para aquellos que no se atañen a la realidad. Ser un utopista es estar en "otro planeta". Yo personalmente siempre la he rechazado hasta que me leí "Historia de las Utopías" de Lewis Mumford y ahora me siento orgulloso de ser un utopista. Lewis escribió este libro muy joven, la primera edición es de 1922 y lo escribió buscando nuevos ideales y valorando las aportaciones positivas de todas las utopías que se han escrito a lo largo de la historia. Como dice en el prologo: "Mi utopía es la vida real, aquí o en cualquier parte, llevada hasta los limites de sus posibilidades ideales".

Puede parecer, según he explicado en las primeras lineas, que ser un utopista y soñar con nuevas (o viejas) formas de vida sea estar alejado de la realidad. Pero realmente todos tenemos utopías en nuestras cabezas, todos soñamos con mejorar o con escapar de todas aquellas cosas que no nos gustan de nuestras vidas. Ocupamos nuestra mente en utopías mas tiempo del que nos pensamos. El tema es que hay diferentes clases de utopías: unas son de reconstrucción y otras son de escape, unas aspiran cambiar el mundo en el que vivimos y otras aspiran a huir de el. 


Aquellas personas que aspiran a ascender en la clase social, en vez de luchar por acabar con el sistema social jerárquico; o aquellas que sueñan con escapar de aquellos sitios en los que viven, en vez de cambiar su entorno y mejorarlo, son utopistas de escape. Por desgracia un porcentaje altísimo de las utopías con las que hoy los seres humanos soñamos son utopías de escape. No tiene nada de malo buscarse refugios mentales para escapar de la "dura realidad". Todos lo hacemos, es una liberación. El problema es cuando te pasas demasiado tiempo en ese refugio. 

Pero nosotros lo que queremos es seguir soñando utopías de reconstrucción, pero despiertos, con los pies en la tierra y la cabeza bien alta. Como dice Mumford: "No buscaremos la Utopía en un distante horizonte histórico del futuro, y mucho menos en la luna o en un planeta remoto. Lo hallaremos en nuestras propias almas y en la tierra que pisamos". .Son las utopías las que nos hacen el mundo tolerable y las que han hecho que progrese la humanidad. Si no valoramos la historia del pensamiento solo valoramos la mitad del la historia de la humanidad. Nuestros mundos interiores cuentan tanto como nuestros mundos exteriores. Tenemos que luchar por un mundo que nos libere, en una medida razonable, de estar en las utopías de escape, ya que sumergiéndonos en estas gran parte de nuestro tiempo no nos enfrentamos a las cosas tal y como son. El libro expone las Utopías de reconstrucción que han habido a lo largo de la historia, de las que no vamos a hablar aquí para que el lector que decida aventurarse por visitar estos mundos pueda descubrirlos de la mano de Mumford.

No nos engañemos, todos somos utopistas. Incluso aquellos que nos hablan de realismo y en contra de las utopías son muchos más utopistas que nosotros mimos. El tema es que hay dos clases de utopías y de nosotros depende a lo que aspiramos y soñamos.

Santiago Fernández

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el trabajo y la reseña.

Firmado: utopista II