jueves, 1 de diciembre de 2016

Joaquín Pérez Navarro, el anarquista de Los Calpes

Corría el año 2013 cuando leyendo el libro de Miquel Amorós La Revolución Traicionada. La Verdadera Historia de Balius y los Amigos de Durruti encontramos unas líneas sobre un misterioso revolucionario de Los Calpes.

En seguida aquellas líneas despertaron nuestro interés, debido no solo a que es paisano nuestro, si no a formar parte de una organización por la que sentimos tanta simpatía: “Los Amigos de Durruti”. En seguida buscamos información sobre nuestro personaje pero lo único que encontramos de él eran dos fotos y un breve artículo de apenas un párrafo resumiendo su vida a modo de nota necrológica. Seguidamente nos pusimos en contacto con Amorós para saber aún más y con la intención de publicar algo. Este, que conoció a Joaquín en Inglaterra y lo entrevistó para su libro, se ofreció a elaborar su biografía. Casi dos años después de su edición y de su distribución; de una visita a Los Calpes donde encontramos gente que conoció tanto a su primo Marcelino Benedicto (también de la Agrupación) como a su hermano; de una traducción al ingles; y dos presentaciones del libro en Segorbe y en Valencia, no podemos estar más satisfechos con el resultado.


Pero no nos contentamos con ello y, desde el Ateneo Libertario “Octubre del 36, aún nos queda mucho por recorrer junto a Joaquín y junto a muchos de aquellos revolucionarios olvidados compañeros suyos, pero también nuestros. Recuperar su historia y darla a conocer es algo muy significativo para nosotros. Cuando la historia oficial viene elaborada de arriba hacia abajo desde puestos universitarios que han llegado a sus poltronas sin criticar al poder del que dependen, es necesario hacer una historia de abajo para los de abajo. Es más, no es que solo la historia que nos viene desde la universidad esté al servicio de un Estado heredero del franquismo que nunca rompió con él, sino que la autoridad que ejercen sus historiadores profesionales es algo muy preocupante que nos debería hacer reflexionar. Se toman sus investigaciones como biblias indiscutibles por historiadores más modestos que hacen historia local conforme los esquemas del pensamiento de aquellos. El tratamiento que se hace de la revolución y del anarquismo es el de que eran “cuatro catalanes” con ideas radicales muy alejadas de la sociedad que cuando alguien las siguió fue por coacción a punta de pistola. La inmensa mayoría de los trabajos sobre la Guerra Civil en cuanto tocan el tema del anarquismo dejan mucho que desear. El anarquismo no tiene por qué ser investigado, solo hace falta decir cuatro adjetivos en modo peyorativo para ventilarse el tema de manera rápida. Hace falta leer a autores que simpaticen con el tema para poder llegar a comprender de una manera profunda la revolución y la guerra civil. Y con simpatizar no queremos decir que se cree una historia a medida de lo que buscamos; sino una historia que profundice todo lo que pueda en todos los aspectos, tanto positivos como negativos, para poder hacer un balance critico de los hechos. Leyendo la historia oficial es imposible comprender como la CNT pudo ser el sindicato mayoritario, como se hizo frente al golpe de estado, como se organizaron las milicias, como se llevaron a cabo las colectividades, cuáles eran las propuestas de las milicias para no militarizarse… en definitiva, leyendo la historia oficial, a la que ni interesa el anarquismo y muchísimo menos el cambio social que se produjo, no se puede entender la Revolución.

Por ello la publicación del libro La mirada hacia atrás. Trayectoria revolucionaria de Joaquín Pérez Navarro es tan importante para nosotros. Del anarquismo colaboracionista, si es que eso se puede llamar anarquismo (para nosotros no lo es), aquel que se doblegó y se alió con la burguesía a la que tanto había criticado abandonando a los de abajo a su suerte, se cantan romances; pero del anarquismo a secas, del revolucionario, del que no se doblega a ningún poder, del que dio un proyecto de vida en común a los desheredados de la zona republicana, o se ignora o se le destruye vertiendo ríos de tinta atribuyéndole todas los males y violencias de toda la Guerra.

Joaquín fue un trabajador que luchó contra todas las formas de dominación que quisieron doblegarle y eso, aunque lo encerraran, le hizo libre. Luchó contra el fascismo, contra la Republica e incluso contra el totalitarismo de la CNT. Con el rescatamos una historia más del olvido, y con el recordamos todos aquellos luchadores anónimos que arriesgaron su vida en innumerables ocasiones, de los que nunca sabremos, pero que siempre recordaremos. Este año 2016 es el décimo aniversario de su muerte, que sirvan estas letras de recuerdo. Joaquín murió siendo un anarquista íntegro y siguió colaborando con los suyos hasta el final. Amorós contó en la charla que dio en Segorbe que cuando se decidió a escribir sus memorias ya era demasiado viejo y su ilusión era que se conociera “su testamento de la rebelión”, y que se hubiera sentido muy orgulloso de saber que alguien se hubiera decidido a editar su biografía y más siendo tan cerca de pueblo natal.  Joaquín que “fue iluminado por ideales de libertad” y por ello “nunca se sintió vencido y apagado” falleció a los 99 años amortajado con la bandera rojinegra. Hasta siempre compañero.

               Los editores del Ateneo Libertario “Octubre del 36”

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