lunes, 27 de marzo de 2017

Es tiempo de esparragos, colejas y borrajas.

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Estos días de primavera, los vecinos del Palancia solemos recorrer nuestro término en busca de espárragos y esas fantásticas plantas silvestres comestibles como son las colejas y borrajas, que encontramos en los bordes de los caminos y las huertas. Cierto es que en los últimos años éstas dos últimas especies se encuentran en un alarmante retroceso, debido a la cantidad de plaguicidas tóxicos que los agricultores han vertido en sus terrenos. Pese a esto, aún quedan rincones donde la podemos encontrar para poder sumarlas a nuestra dieta que se ve favorecida por su gran aporte de vitaminas, fibras y minerales.
Los más comunes son los esparragos que, estos sí, invaden en cantidad la mayoría de huertas y son los más sencillos de reconocer.  Los esparragos pueden ser cocinados en tortilla, donde relanzan el sabor de una manera increíble, aunque también pueden utilizarse como acompañante en los platos a la plancha. 

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Borrajas.
Las borrajas son especiales para estos momentos pues podemos aprovecharlas de diferentes maneras. Nosotros hemos utilizado las hojas para freir buñuelos, ya que le dan una textura (la hoja queda crujiente...) y un sabor diferente, que contrasta con lo que estamos acostumbrados. Los tallos los comemos como hervido. Tradicionalmente hay gente que los limpia con un cuchillo para quitarles las espinitas pero tras averiguar, que no era necesario, decidimos hervirlos y dejar que el calor los saque a la superficie de la olla, retirándolos fácilmente con un colador.
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Colejas.
Finalmente hemos de nombrar a las colejas, que son nuestras favoritas. Esas pequeñas plantas son las más finas de las tres que hemos nombrado. Deshojarlas y limpiarlas es un proceso costoso pero que nos proporciona tranquilidad y desconexión de la rutina diaria. Las usamos de tres maneras diferentes aunque seguro que existen muchas formas. La más común es en tortilla ya que es muy fina e intensa a la vez. Primero las freímos y luego las añadimos al huevo batido, al igual que se hace con la tortilla de espárragos. Otra forma de utilizarlas en en arroces caldosos o melosos, las hemos acompañado con conejo y caldo de pollo y el resultado ha sido espectacular. Por último, se pueden freír a fuego fuerte en freidora, para que queden con textura crujiente para acompañar platos de plancha.

Y bueno, espero haber animado a nuestros lectores a salir a reconocerlas, siempre con respeto y tranquilidad. La avaricia, mejor dejarla en casa.
Salud!.

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