En el marco de la Huelga general más salvaje de la historia de Francia de mayo del 68 los directores participantes en el Festival de Cannes se plantearon parar el evento. Cuando toda Francia estaba parada y el Festival ya había comenzado diversas personalidades decidieron poner fin a aquella competición que no se solidarizaba con los huelguistas. En el mundo que vivimos ahora, con escasas huelgas y con una ausencia de la solidaridad alarmante, es necesario recordar este tipo de actos, en los que por lo menos aun se desarrollaban debates y los problemas intentaban ser resueltos de una manera directa. Con un cine actual completamente ajeno a los problemas sociales y manejado por grandes multinacionales al servicio de la sociedad de consumo, es necesario recordar este Cannes del 68. Los estudiantes y los obreros llegaron a poner patas arriba a todo un país influenciando al mundo entero y desbordando por completo sus propios ámbitos de actuación como podemos ver en el siguiente texto y en el vídeo que lo acompaña. Muchas gracias al compañero que nos ha enviado el vídeo y las lineas que lo acompañan. Sed realistas, exigid lo imposible.
“No hay ningún film que muestre los problemas obreros o estudiantiles que ocurren hoy, ni por Forman, ni por mí, ni por Polanski, o Francois. Los camaradas estudiantes, nos han dado el ejemplo, haciéndose romper la cara hace una semana. No se trata aquí de continuar o no continuar viendo películas (…) se trata de manifestar con un retraso de una semana y media la solidaridad del cine con el movimiento estudiantil y obrero en Francia”
Jean- Luc Godard durante el festival de Cannes de 1968.
El 17 de mayo de 1968, Jean-Luc Godard, Roman Polanski, François Truffaut o Luis Malle entre otros, que en aquel año fueron miembros del jurado, manifestaron la necesidad de suspender el Festival ya que eclipsaba los sucesos del mayo francés y no hacía justicia a la realidad social del momento.
Ante la negativa de los organizadores, -recordemos que el Festival de Cannes es el gran mercado del cine mundial (Le Marché du film), donde productores de todo el mundo se dan cita para hacer negocios-, varios de ellos dimitieron como miembros del jurado y algunos cineastas, como es el caso de Carlos Saura, retiraron sus películas del concurso.
Con el debate servido, y con varios actos realizados para paralizar el concurso (Truffaut se cuelga de la pantalla para detener la proyección de una película) se lleva a cabo esta gran asamblea que propone suspender el festival y apoyar al movimiento social.
Finalmente, se consigue suspender el festival más importante del mundo siendo así, la única edición que se queda sin Palmarés hasta el momento, y da pie a aflorar nuevos colectivos como: “Les etatsgeneraux du cinema”.
“Ya sea usted, técnico, intérprete, crítico o espectador, si quiere la revolución, por, para y en el Cine, venga a militar a los ESTADOS GENERALES DEL CINE”
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