jueves, 12 de octubre de 2017

El Obispo de Segorbe-Castellón pide a los sacerdotes rezar para que llueva

        
       Esta semana el señor Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Don Casimiro López Llorente, ha tenido la genial idea de invitar a sus subordinados a que dedicaran sus plegarias a pedirle a Dios que llueva. Fantástica medida para intentar que caiga algo de agua en el Otoño más seco de la década y en el año más seco desde hace un lustro. Hubiera sido más preferible que en vez de basarse en abstracciones hubiera hecho una crítica hacia aquellos males a los que la modernidad, y la sociedad industrial, nos han condenado y hacen que padezcamos la situación que ahora estamos padeciendo.

El cambio climático, y la degradación ambiental que estamos sufriendo, es algo completamente innegable, pero aquí nadie hace nada. Solo atacando de una manera radical a aquello que lo está generando podríamos comenzar a hacerle frente, pero la ideología del Progreso, en la que nos han adoctrinado, nos impide ver las cosas con claridad y actuar en consecuencia. Claro, ver las cosas con claridad, y actuar en consecuencia, podría ser demasiado peligroso para las élites que nos gobiernan y el negocio que se han montado a costa nuestra. No nos engañemos, el cambio climático es una oportunidad de negocio increíble que no creen que sea necesario suprimir mientras dé beneficios. Es la lógica del sistema. Mientras sigamos guiados por abstracciones como Dios, la idea del Progreso, la tecnología como solucionadora de todos nuestros problemas, el régimen constitucional… todo estará perdido. Mientras, hoy las noticias de los mass-media se lamentaban de la falta de agua; del futuro nada alentador de los miles de millones de insectos que se van a extinguir en los próximos años; y de unas temperaturas nada normales para el mes en el que estamos… también se felicitaban por la ocupación turística que iba a tener nuestro país debido a ello. Mientras te dan una de cal te dan otra de arena. Pero de agua, pídansela  a Dios.

Don Casimiro podría haber denunciado algo de un sistema que de todo se apropia y todo lo extingue. Mientras nuestros manantiales se extinguen, debido a la gestión totalmente despilfarradora que han hecho los gestores del desastre, seguimos creyendo en el crecimiento alocado que requiere nuestro sistema para poder sobrevivir. En Segorbe se ha triplicado la concesión de agua que la Confederación Hidrográfica del Júcar da al municipio para garantizar su crecimiento poblacional y su desarrollo industrial. Mientras en muchos pueblos, y masías, del Estado Español ya se han quedado sin agua los demás continuamos con nuestra idea de Progreso; y a nuestro señor Obispo lo único que se le ocurre es pedir plegarias a Dios.

Pero es mucho más que todo esto. Seremos los de abajo quienes más paguemos las consecuencias de todo ello. La separación de los humanos de su medio natural, y la artificialización de nuestras vidas, lo que ha hecho es que no nos demos cuenta de manera directa de lo que está pasando. Mientras de nuestro grifo salga agua, y haya agua embotellada en el supermercado, no pasará nada. Pero si no se hubiera artificializado nuestra vida aun seriamos mínimamente conscientes de lo que está pasando. Si nuestra familia, y la comunidad en la que vive, viviera de lo que se produce en su entorno más inmediato es poco probable que hubiéramos llegado a las situaciones a las que estamos llegando; y si hubiéramos llegado, haría ya mucho tiempo, que hubiéramos puesto el grito en el cielo y hubiéramos resuelto nuestros problemas de manera directa, es decir, ni pidiéndole a Dios ni a los políticos.

 Los grupos ecologistas están llevando unas estrategias, la mayoría de las veces totalmente erróneas a nuestro modo de ver, ya que sin una negación del sistema, y de aquellos que lo administran, es imposible salir del atolladero. Creyendo en un sistema que está basado en el crecimiento es imposible hacer frente a las consecuencias medioambientales de este. El desarrollo sostenible es una completa falacia y el capitalismo verde es el ecofascismo. Al final entre aquellos que llegan a adquirir un mínimo de conciencia, y quieren cambiar algo, están: los que les piden a las élites que nos gobiernan que hagan algo (cuando lo que quieren hacer es un negocio de ello y no cambiar el curso que está tomando la degradación ambiental) y los que luchando contra los administradores del desastre se ven imposibilitados, atados de pies y manos, debido a la pasividad social en la que se encuentran. Al final o se cae en un activismo sin autocritica del “hacer por hacer” o se cae en un bucle sin salida por falta de respuesta social.

En la India, y en muchísimas zonas del mundo, el problema del agua nos puede hacer una idea de lo que se va a producir. El agua allí es un lujo en el que los pobres no pueden invertir. ¿Cómo es posible que algo que sale de la tierra sea un lujo? Nuestro progreso nos ha llevado a ello y ninguna tecnología solucionará ese problema. Muchas familias pobres beben aguas muchísimo peores que las que corren en cualquiera de vuestros retretes.  Según el Banco Mundial en 2050 el agua potable disponible solo alcanzará a la mitad de la población mundial. Pero no os preocupéis todo se arreglará, los expertos lo arreglaran. Esos expertos que no confían ni en el pasado, ni en los sostenibles sistemas ecológicos de antaño, ni en las comunidades campesinas que los sostenían; esos expertos que nos niegan la palabra a los de abajo porque ellos son los que saben; esos expertos que no creen en las masas ya que si estas solucionaran sus problemas posiblemente ellos no podrían hacer negocio; esos técnicos expertos que cada día investigan por nosotros para obtener "soluciones". Ellos han encontrado la solución: reciclar aguas residuales para consumo humano. Buenísima solución que nos hace permitirnos seguir con el modelo de vida consumista y despilfarrador, de crecimiento y progreso, en el que nos han educado y en el que tan a gusto nos encontramos. Sigamos con nuestro ritmo de crecimiento imparable (el discurso de los políticos depende de este ya que sus electores, convenientemente adoctrinados, es lo que les exigen), sigamos consumiendo a una velocidad alarmante, sigamos haciendo trasvases sin sentido, degradándolo todo, desecando a mansalva… todo ello con una buena sonrisa de anuncio publicitario mientras creemos que todo va bien mientras vivimos en una sociedad que se hunde. Sigan pidiéndole a Dios o a los políticos las soluciones que deberíamos adoptar por nosotros y nosotras mismas. En el siglo pasado Bernard Charbonneau decía que “igual que ciertos náufragos, la ciudad se ve obligada a beber su propia orina”, es verdad, vamos a la deriva como los náufragos y al campo, o lo que quede de él, también le tocara beberse su propia orina.

Cecilio Rodriguez


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta denuncia es muy necesaria y acertada. Poco cabe esperar del binomio Iglesia-Estado. Si la Iglesia fuese más coherente con sus dogmas sería un enemigo acérrimo del capitalismo y los curas denunciarían desde el púlpito las fechorías y maldades del consumismo en cada sermón.

El tema es preocupante y no cabe esperar ninguna reacción reparadora ni pedagógica. Mientras Iglesia, Estado y medios de comunicación sigan colándose hasta en lo más íntimo de cada hogar no nos quedará otra que aclamarnos a la divina providencia.

Saludos!

Anónimo dijo...

El tema del agua es bastante grave, como no empiecen a surgir grupos de oposición al sistema industrial que intenten cambiar el rumbo de todo esto mal asunto. El tema de Casimiro da risa pero también dan ganas de llorar, tanto por ellos como por los políticos que les ríen las gracias. El tema del agua y de los ficticios esquemas mentales en los que se basan para hacer sus políticas (crecimiento sin fin, adoración de la constitución,...) nos llevan hacia el abismo. No seremos la primera comunidad humana que muere por obstinaciones fanáticas. Rezaré una plegaria también por ti compañero!

http://cronicasdelpalancia.blogspot.com.es/2017/10/chj-desestima-el-recurso-de-reposicion.html

Anónimo dijo...

Don Casimiro como toda catorve clerical vive de las subvenciones de los congresistas. Como va a plantar cara a quien le da de comer?. En el BOE vienen todas las subvenciones. Cuando implora agua, de soslayo mira a los políticos para que le llenen el "cepillo" de €€€$$ y por el otro lado los beatos le llenan las tropas de chocolate calentito y buñuelos (bueno! valencianas del mercamierda roig)