lunes, 17 de diciembre de 2018

"La Sexta" sobre las abejas. La televisión como método de alienación.

Resultado de imagen de la sexta y las abejasLos medios de comunicación siempre han sido los canales para informar e ideologizar a toda la población desde los púlpitos del poder, es otra de las herramientas que históricamente han sido utilizadas para alinear y conseguir mentes uniformes y sumisas. Son los únicos medios que entran en nuestra casa, sin llamar,  y  quien los posee puede predicar su dogma político a toda la sociedad, así conseguir inculcar sus valores a todo el espectro social. Esto es lo que ha sucedido en el programa "Equipo de investigación" de La Sexta en su especial sobre las abejas...

En la producción de un programa para emitir en la televisión interviene un amplio número de personas aunque es su núcleo central, el comité de sabios, quien lo concierta y canaliza. Este comité es quien confecciona el mensaje que debe de llegar al espectador, a su consciente y a su inconsciente. 

Así también, es para el espectador más o menos fácil de descifrar y comprender su mensaje psicológico. Es una práctica que se realiza desde la existencia de los medios de comunicación, pero dependiendo del régimen político gobernante se ejecuta de una forma más o menos hábil o ruda. En el periodo dictatorial le llamaban “ leer entre líneas” y ahora en la democracia, es algo más difícil de descifrar pero sigue manteniendo la misma intención hacia la sociedad gobernada: aleccionar para asumir la democracia como soberanía popular; el consumo y despilfarro; y seguir los cánones de la política económica como única solución de la cuestión social.

Así, los medios televisivos para alcanzar la psicología del espectador se basan en dos tipos de mensajes insertos en el formato del programa. Uno es el mensaje explícito, es el que nos muestra la realidad o la imagen de la calle, tal como es o pretende hacernos ver que es; y otro el mensaje oculto, es la información que llega al inconsciente, desde las imágenes y relatos, creando un sinfín de prejuicios casi sin percatarnos.

Ambos construyen la creación de valores políticos y el adoctrinamiento, es decir forman nuestra contaminación mental. Es lo que debemos de vomitar para ser una persona íntegra y con visón crítica de la política y de la sociedad. Aunque el mundo de los medios de comunicación es muy amplio y no nos da para un sesudo análisis en estas líneas, lo que pretendo es dar a conocer algunos tintes de manipulación  psicológica, a mi modo de ver, de uno de los programas que parece alcanzar a un sector importante de televidentes, emitido por la cadena nacional La Sexta. Una cadena tildada de “izquierda”, aunque creo que está más cerca del otro lado político, del neoliberal. En concreto nos referimos al programa "Equipo de Investigación" en su  emisión del capítulo llamado “El silencio de las abejas”.

En un primer sketch del programa televisivo visionamos el mensaje explícito, donde un apicultor
emprendedor factura la cantidad de dos millones de euros  el en un intento de transmitir mensaje materialista. Y en otra secuencia encontramos el mensaje oculto lleva implícito la ideología del liberalismo, la cual asocia la riqueza material al esfuerzo del trabajo. Es decir, la persona que no triunfa es un vago, no se esfuerza y es culpa suya el vivir de  precario. Psicológicamente al trabajador se le ha inculcado que la culpa de su mala situación es suya, y solo suya, cuando lo que realmente ocurre, es que el propio sistema capitalista y su Estado Nación, son los que le impiden y obstaculizan desempeñar cualquier tipo de economía que no sea la del Gran Capital y la Gran Empresa, mediante protocolos imposibles y una competencia feroz y desleal.

Aunque aquí no acaba la propaganda oculta sobre el Estado, la legislación, la policía o incluso las armas. Todos estos elementos son imprescindibles para el mantenimiento del status quo y cuya nebulosa alcanza la mayoría de secuencias. En un caso se habla sobre el mal estado del alimento, en este caso la miel, y en el evento visualizamos como la tecnóloga de alimentación rápidamente encuentra una respuesta convincente, con una legislación más estricta por parte del Estado, en la marca y el etiquetado del producto, cuando estos reglamentos son el engaño más habitual en la cadena de alimentación ya que solo ver los escándalos de alergias y problemas de salud que causan algunos alimentos comprados en los supermercados debería de ponernos en alerta. A si pues, la persona que desea buena calidad de miel, solo le hace faltar doblar la esquina e ir a comprarla a su vecino apicultor.

Del mismo modo está el sector de la ciencia y su amalgama de científicos, los cuales nos desvelan la verdad de los nutrientes del alimento, y culpan al lugar de origen de la importación de la mala calidad del alimento o de su adulteración, cuando en realidad han sido sus compañeros científicos los que han realizado el mismo procedimiento de análisis para saltar los controles de sanidad y llegar a nuestros lugares, aunque en estos casos ocurre que están en la habitación contigua o en las antípodas de la Tierra.

Por otro lado, y no menos paradigmático, nos emiten la confianza en las fuerzas de represión como el remedio para impedir el robo de colmenas, cuando el robo es la respuesta a la precarización social ocasionada por el sistema económico y político; además se toma las armas bélicas como la escopeta y la pólvora para matar la avispa asiática, un insecto traído por el comercio de la importación, que ha llegado para quedarse por culpa de la nueva vida industrial y que facilmente son controladas por las  trampas atrapa insectos que se cuelgan en los frutales.

Al final tenemos toda una serie de elementos  ideológicos que están insertos en el pensamiento de la
población, que forman parte de la psicología social y acaban siendo clichés muy repetidos extendidos y ya normalizados en el pensar diario de la persona. El efecto que ocasiona sobre el espectador, en el ejemplo tomado, es igual al resto de los programas que se emiten a diario en la televisión. Es toda una psicología reiterativa, lanzada desde los medios de masas, que termina en el inconsciente de la sociedad, y por eso se llega a comprender la admiración por el Estado como medio de gestión para la sociedad; la Policía como cuerpo de paz, cuando es el instrumento estatal de contención social; y la economía de mercado como medio para el intercambio.


Alfonso Soler, colaborador de El Eco del Palancia

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