Entrevista a Harald Piotrowski y Carlos García en el periódico El punt.

Para ir metiéndonos en materia para las "III jornadas sobre la Guerra Civil y la Revolución Social en el Alto Palancia" publicamos la entrevista que le hicieron a Harald Piotrowski y Carlos García para el periódico El Punt-Avui. Está será la primera conferencia que tendrá lugar en el Edificio Glorieta de Segorbe y que nos apotará la historia de esos ocho luchadores contra la red nazi que acabaron encarcelados en la Cárcel del Seminario de Segorbe, después de los hechos de mayo de 1937. Un rastro poco conocido que nos adentra en esas historias paralelas que enriquecen la historia local y la llenan de sentido.

"Dieter Nelles, Ulrich Linse, Harald Piotrowski y Carlos García han escrito un libro coral en el que descubren las actividades del DAS (Deutsche Anarchosindikalisten), un grupo integrado por refugiados alemanes que, huyendo de la Alemania de Hitler, jugó un importante papel en el desmantelamiento de las redes nazis que operaban en la Barcelona de 1936."

De dónde sale el libro?

Escribimos el ensayo titulado Antifascistas alemanes en Barcelona (1936-1939) , El grupo Das sus actividades contra la red nazi y el Frente de Aragón, con una triple intención: rescatar del olvido un episodio de la Guerra Civil como fue el desmantelamiento de la red nazi que dependía del consulado general de Alemania en Barcelona, recuperar la memoria histórica de un grupo de alemanes que, huyendo de Hitler, desde 1934 habían llegado a la capital catalana y se integraron en el DAS ( Deutsche Anarchosindikalisten ), y recuperar la vida y las vivencias de estas personas.

¿Nazis en Barcelona durante la República?

Los archivos recogen que los años treinta del siglo pasado residían unos 3.000 alemanes, de los cuales 1.100 estaban afiliados al DAF ( Deutsche Arbeiter Front ), el sindicato nazi, y 200, directamente al partido. Teóricamente impulsaban asociaciones culturales y filantrópicas como la Verien Germania, que a pesar de ser fundada a principios de siglo, en 1936 se asoció con la Unión Nacional Alemana de Empleados, uno de los núcleos duros del nazismo en Cataluña. Aquí se concentraba toda la estructura hitleriana en la Península, tenía ramificaciones hacia América Latina y aunque la República había prohibido el Partido Nacionalsocialista, éste no paraba de hacer actos públicos que salían reseñados en la prensa, celebraban el cumpleaños de Hitler y llevaban como conferenciantes jefes destacados de la nomenclatura llegados directamente de Berlín.

¿Cuál fue el papel del DAS después del 19 de julio de 1936?

Unos meses antes del levantamiento fascista, el DAS se integró a la Federación de Grupos Anarquistas de Barcelona, ​​y después del 19 de julio de 1936, ocuparon las sedes del partido y del sindicato nazi el Frente del Trabajo Nacional que estaban situadas en la calle Lauria, y la de las Juventudes Hitlerianas, en la calle Aribau 18, con lo cual se inutilizó la estructura hitleriana que había en el Estado. Después algunos fueron al frente a luchar con las columnas de milicianos y otros entraron a los grupos de investigación de la CNT-FAI, donde trabajaron en la neutralización de los aparatos del nazismo en Cataluña (la sección local del NSDAP, el Deutsche Arbeiter Frente y la Gestapo).

 Pasaron la guerra, y después de la derrota, qué?

La mayoría de los voluntarios alemanes antifascistas integrarse en el Grupo Internacional de la columna Durruti, pero también fueron a la columna Tierra y Libertad. Después de los sucesos de mayo, como ocurrió con el POUM, la gente del DAS sufrió la represión de las instituciones y cuando se terminó la guerra muchos tuvieron que iniciar un nuevo exilio, algunos fueron a la resistencia y otros murieron los campos de concentración.

Fue una investigación complicada?

Tres años de investigación, dos de intensivos, para archivos catalanes y españoles, también en Amsterdam, Berlín y Moscú. El libro, que lo ha publicado la editorial Sintra, nos lo financiamos nosotros mismos, pero podemos decir que estamos muy satisfechos de los resultantes. Además, descubre aspectos muy ambiguos de la relación de la Alemania nazi con la Generalitat y el gobierno de Madrid. No se rompieron las relaciones con Hitler hasta noviembre, cuando Berlín reconoció Franco y la Junta de Burgos; antes, pero, en agosto y septiembre, las primeras autoridades del país recibieron los barcos de guerra alemanes que llegaron a los puertos de Barcelona y Tarragona, para repatriar a sus ciudadanos.