martes, 18 de septiembre de 2012

Mercadona, ejemplo de nada.



En las últimas semanas, están siendo objeto de noticia las acciones realizadas por los jornaleros andaluces, entre las que se encuentran la expropiación de alimentos en varios supermercados. Estas acciones han provocado la reacción de ciertos sectores de la población, que se sienten amenazados, o sienten amenazadas sus posesiones, cuando las acciones o formas de lucha no pasan por los cauces legales (partitocrático o jurídico), que bien sabemos que no nos conducen a ninguna solución. Un amplio espectro de la casta intelectual y política, desde la progresía hasta la derecha más cavernaria ha denunciado los medios, los fines o ambas cosas, lo cual tampoco me supone una sorpresa. Es su papel denunciar aquello que salga del marco legal (el cual ellos mismos han creado) y pondrán sus medios represivos a disposición de quien sienta amenazados sus privilegios, ya que forman parte de la misma clase.



Como era de esperar en Segorbe no han podido repeler la tentación de verter calumnias contra los jornaleros, y desde algún espacio “informativo” local, se han encargado de utilizarlos para afianzar su propaganda, basada en la criminalización de los que se rebelan. La sorpresa ha sido, que no contentos con descalificar sin argumentos a los jornaleros, han aprovechado la coyuntura para afirmar a sus “colegas” y ensalzar la labor, de por ejemplo la cadena de supermercados Mercadona. Lo peor de todo, es que en muchos de los casos consiguen crear opinión, a base de bombardearnos con mentiras de todo tipo. Quiero utilizar esta reflexión, para intentar desmontar el tópico bastante extendido de que Mercadona en particular crea empleo de calidad. Y sirva el ejemplo para cualquier otra de las empresas o instituciones que van a ensalzar cuando se vean perjudicadas por la denuncia del pueblo.

Antes de profundizar en las condiciones laborales de los trabajadores de Mercadona, me gustaría reflexionar acerca de cómo las grandes superficies y cadenas alimentarias, han conseguido destruir el pequeño comercio; deslocalizando la producción, siendo imposible competir con ellas debido a la situación nefasta de los trabajadores, destruyendo y explotando territorios, y en ocasiones directamente robando recursos amparados por gobiernos corruptos como el nuestro. Esta situación se aceleró en los últimos 20 años gracias al proceso globalizador, y la mayor parte de nosotr@s debe sentirse también responsable de haber contribuido a ello. No queriendo, sin embargo, hacer creer que la pequeña empresa o el pequeño comercio es la panacea del sistema productivo, pero siendo consciente de que nos acercaba a una situación mucho más racional para con las personas y el medio ambiente.
Voviendo a Mercadona, voy a basar mis afirmaciones en las experiencias del sindicato CNT en una larga lucha contra el supermercado que dura ya 6 años. Lo que al parecer empezó siendo un conflicto puntual, se ha convertido en una campaña permanente, dado que la política de acoso del supermercado es sistemática.

La primera toma de contacto sucede alrededor de 2006 en San Sadurní de Noya (Cataluña), cuando se produce una huelga en el centro logístico de la mencionada población que dura 14 meses. Mercadona llega a ofrecer 50 millones de pesetas al sindicato si abandona la huelga, que por supuesto CNT rechaza. La CNT detectó la presencia de 124 esquiroles con coche y hotel pagado por la empresa y lo denunció a inspección de trabajo, una vez personado el inspector se le negó la entrada a los almacenes.


La principal razón que se da al afirmar que Mercadona es puntero en velar por los derechos de sus trabajadores, es que estos son fijos. Pues bien, la CNT lleva años denunciando un ERE encubierto (ya que una empresa con este nivel de beneficios no podría llevarlo a cabo, sin tener en cuenta que con la última reforma laboral ya no hay nada imposible). Los trabajadores que poseen un nivel de antigüedad cercano o superior a los 10 años (ya que son los mejor remunerados) son sometidos a “mobbing”, amenazas, presiones…para que abandonen voluntariamente la empresa. A través de esta táctica se produce la renovación de la plantilla con trabajadores nuevos y más baratos, creando una imagen de constante creación de empleo.

Otro caso que merece nuestra atención es la situación de los trabajadores que se encuentran en estado de baja o la solicitan. La empresa cuenta con servicio médico propio e intenta por todos los medios que el seguimiento médico de los trabajadores sea realizado por este, ya que siempre intentará velar por los intereses de la empresa. Un caso denunciado es el de una trabajadora que ha terminado con el brazo dislocado de por vida por seguir las “recomendaciones” de no coger la baja del médico de empresa. Se dan casos de trabajadores trabajando dentro del almacén con el brazo en cabestrillo. O por ejemplo una sentencia del tribunal superior de justicia de la Comunidad Valenciana que da la razón a una trabajadora, a la que le sucede el siguiente caso; cae enferma y acude a los servicios de urgencia, al día siguiente se presentan en su casa 5 trabajadores, uno de ellos jefe que le hacen salir de la cama para recibirlos, le imputan haber cometido un robo y de no firmar la baja voluntaria en la empresa, la amenazan con denunciarla. Esta práctica al parecer es cotidiana. No por casualidad el presidente de esta cadena Juan Roig declaró que las bajas que rondaban el 10%, había que reducirlas al 1%.

Un caso curioso es el de las primas de beneficios que otorga la empresa en base a una escala y una entrevista. Según  la escala la nota debe rondar el 7,8 y 9 para poder recibirla (cuando un aprobado es un 5). También se realiza una entrevista, que la realiza el coordinador de tienda (una persona que ha ido ascendiendo desde dentro sin ningún tipo de capacitación para realizar este tipo de pruebas), y en la que se tienen en cuenta por ejemplo las bajas antes mencionadas (ya que según el reglamento interno de la empresa se evalúan como absentismo laboral voluntario). Lo cierto es que lo que se valora es la sumisión de los trabajadores a la empresa. Es otro caso que constituye una sentencia a favor de la CNT.

El acoso sindical también es permanente, no reconociendo al sindicato las secciones sindicales. Se da el caso de una agresión al secretario general de Palma de Mallorca en una campaña en contra del supermercado, en la que la empresa contrató a un detective que grababa a los manifestantes y que tras la agresión amenazó al agredido para que abandonara sus acciones contra Mercadona.
Las acciones de la empresa son puramente mafiosas y la influencia es tal que se han negado varias imprentas en Valencia a dar presupuestos a la CNT para realizar material para sus campañas. Todo esto aumenta de gravedad ya que sucede bajo el silencio de CCOO y UGT, que no contentos con callar en ocasiones se sitúan del lado de la empresa.



Las campañas en contra de Mercadona no acaban aquí, ya que colectivos pro saharauis llevan tiempo denunciando que Mercadona hace acopio de productos de la empresa Jealsa (con sus marcas Rianxeira y Escuris), para su marca blanca hacendado. Las cuales están robando pescado al Sahara Occidental bajo el beneplácito del gobierno español y a través de Marruecos.

Esto son solo unos de los muchos casos ocurridos en el seno de tan “modélica” empresa. Podemos encontrar las sentencias y toda la información ocurrida en los últimos años en http://www.cnt.es/mercacoso.
Una vez recopilados esta serie de casos no nos sorprenderán declaraciones como las efectuadas recientemente por su presidente Juan Roig, poniendo como ejemplo empresarial a los comercios chinos y afirmando que la última reforma laboral se quedaba corta, podemos hacernos una idea de cual es su opinión sobre los derechos de los trabajadores.

Este tipo de sujetos y empresas son las que nuestros homónimos locales se empeñan en elogiar y adular, muy triste…


Valeriano Perfecto.

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