Como se ha podido
comprobar en El eco del Palancia nos gusta la cultura tradicional y popular, la
cultura de todos y a la vez de nadie, la de nuestros antepasados y, si la
degradación social y moral en ascenso que padecemos no hace lo contrario,
también la de nuestros hijos. Por ello hoy queremos acercarnos a un género
todavía no explorado en este espacio, el refrán, como una de las máximas
expresiones de la sabiduría de los pueblos.
El género en sí, como
la mayoría de los que comparten su arquetipo, se crea, transmite, retroalimenta
y evoluciona a través de lo que podemos llamar de manera genérica tradición
oral, y de la que también forman parte las rimas, poesías, trabalenguas, y todo
tipo de manifestaciones espontáneas surgidas de la imaginación y la picaresca
de nuestras gentes. Ligadas al tiempo, a las labores agrícolas, a los pájaros,
al día a día al fin y al cabo.
No obstante, no son
pocos los esfuerzos de los que se afanan por recopilarlos y de alguna forma
mantenerlos vivos en el ideario colectivo, incluso a nivel escrito, y de ello
en la comarca tenemos un buen número de ejemplos. Pero como algunos no
entendemos de tradiciones muertas, pegadas sobre el papel, nos gustaría que su uso
se generalizará, todavía más. Haciendo así una continua contribución a una de
nuestras mayores señas de identidad.
Y todo este cuento
viene a que mañana es 13 de diciembre, o día de Santa Lucía, y es que la influencia
de la religión en estos ámbitos resulta latente, lo que sin querer darle más
importancia de la que tiene, sirve para recordarnos que mañana, y sucesivamente
hasta San Juan, o más exactamente hasta el solsticio de verano (21 de junio),
comienza a crecer el día.
Per
Santa Lluçia un pas de puçia
La proximidad con el
solsticio de invierno (21 de diciembre) hace que la cultura popular asocie esta
fecha del calendario con el comienzo de la crecida del día, lo que más adelante
traerá otros refranes parecidos como:
Per
Nadal un pas de pardal.
A
San Antón las 5 en sol.
Todo ello hace bien
sabido para los viejos que precisamente se acercan los días de más frío, a
medida que crece el día (invierno), de modo que os ofrecemos, y ya para
finalizar, otro de los refranes que nos gusta mucho y que evidencia de
maravilla este hecho.
Enero
mató a mi madre en el lavadero.
Y sigue… y febrero en el quesero.
Otra historia curiosa
es la que contaba mi bisabuelo y que dice:
Había un chiquico que
iba a cruza el río y un labrador que andaba por allí con el burro le dice:
-Anda yo te ayudo a
cruzar, sube en el burro, ¿Cómo te llamas?
Y aquel le contesta:
-Febrerico.
A lo que responde el
hombre cabreado.
-¡Uy bájate ladrón, que
mataste a mi madre en el lavadorico!
Sin más os animamos a
que utilicéis y enviéis vuestras aportaciones al correo de este blog para ir
retomando nuestras historias y nuestros dichos, volviéndoles a dar vida.
Thymus
vulgaris.
3 comentarios:
A los refranes citados para indicar que crece el día, puedes añadir el de:
Para Reyes, paso de Bueyes.
Y el que sirve para identificar los primeros días de febrero:
El primero no hace día, el segundo Santa María (La Candelaria), el tercero San Blas, un día entre medio y Santa Águeda detrás.
Un saludo, y buen trabajo.
Gracias por la aportación, soy el que ha escrito el artículo, el de reyes no lo conocía.
A la Candelaria podemos añadir:
Si a la Candelaria plora, l'hivern està fora...i si no plora, ni dins ni fora.
A lo que algunos añaden:
I si riu ja està açí l'estiu.
Haremos una entrada con todos ellos.
Gracias.
Y yo digo:
Al pan pan y al vino coca-cola.
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