“El hombre camina con los pies en el suelo y la cabeza en el aire, y la
historia de lo que ha pasado en la tierra –la historia de las ciudades y de los
ejércitos y de todas las cosas que han tenido cuerpo y forma- es solo la mitad
de la historia de la humanidad”
Lewis Mumford, Historia de las Utopías
Ayer se presentó el libro La Guerra Civil en el Alto Palancia en
el Ayuntamiento de Segorbe por parte de la Asociación por la Memoria Histórica
del Alto Palancia (AMHAP). Sin entrar en el libro, ni en el trabajo que hay
detrás, si queremos incidir sobre el discurso de la Asociación. Como ya se ha
explicado alguna vez por este blog, ayer volvimos a asistir a un nuevo acto de
banalización de la historia. En nuestra comarca tenemos una asociación que
aunque se llame de memoria histórica de esto tiene bien poco. Mientras todas
las asociaciones de memoria histórica a lo largo de toda la geografía
peninsular están denunciando al fascismo y a la tergiversación histórica que se
ha hecho con los vencidos y represaliados, nuestra asociación corre un tupido
velo y no se quiere meter en política, la mercantilización del patrimonio y de
la historia parece ser más gratificante.
La ideología nos cierra puertas, frase muy significativa que se pronunció
ayer a viva voz sin que nadie se extrañara. Está claro, para mercantilizar algo
la ideología tiene que estar fuera. Para reducir algo a mercancía tiene que ser
debidamente desideologizado. No nos sorprenden este tipo de declaraciones que
ya vimos en el último acto de esta asociación republicana. Si republicana, a
pesar de estar desideologizada. Lo que nos sorprende es la nula crítica social
a este tipo de declaraciones. El conflicto tiene que ser reducido, como se hizo
ayer a dos bandos, cada uno con sus ideas y a que la guerra fue muy mala. No nos vamos a meter en que bando tenia
mejores ideas. La ideología tiene que ser apartada y la reflexión que
conlleva también. Hacer un análisis ideológico y social de todo ello no
interesa, con lo que nos tenemos que quedar es que la guerra fue mala. Con este
tipo de reduccionismos lo que se hace es una historia a medias, una historia
coja ya que las causas no se analizan y no se llega a una profundización del
conflicto. Al final este tipo de discursos lo que hacen es confundir aún más y
no llegar a explicar nada.
A pesar del bombardeo al que nos
someten los medios a diario de nuestro Estado de Derecho y de la libertad de expresión
de la que gozamos, aun hoy después de tanto tiempo se intenta frenar el
discurso de los vencidos, que todo esto no se discuta públicamente ya que ello descreditaría
tanto la transición como el poder de las elites gobernantes que todavía hoy nos
gobiernan. A los que intenten hacer un debate público sobre el tema se les
acusará de politizar la Historia, como si la Historia no fuera política; o de
politizar el conflicto como si no fueran causas políticas las que indujeron a
la Guerra. Es mejor banalizar las causas diciendo que era una Guerra entre
hermanos o explicarlo según odios irracionales sin profundizar en ellos. Al
final asistimos a una serie de hechos explicados de una manera superficial.
Pero no nos engañemos, la Asociación
a pesar de apartar la ideología para agradar a todos tiene un discurso
político. La mercantilización es política y su supuesta desideologización
también es política. Es la política del fin de las ideologías, una política que
acabamos aceptando todos sin que lleguemos a ser conscientes de ello. Tenemos
tan interiorizado el discurso mercantil que ya si no es mercantilizándolo todo,
la famosa puesta en valor, no sabemos lo que hay que hacer. Hoy recuperar la
Historia es mercantilizarla. Como dice Eduardo Rabasa en su libro La suma de
los ceros “[…] Es falso que se hayan
terminado las ideologías. Sucede justamente lo contrario. La ideología
dominante se ha sedimentado en estructuras que escapan incluso a ser
cuestionadas. Ni siquiera hace falta enunciarla. Si no se ve es tan solo porque
está inserta en todas partes. No precisa de justificación, simplemente es”. Es
la mercantilización de todo lo existente y el falso progreso la ideología
dominante a la que se unen todos.
En nuestra comarca no hay un Dinopolis pero tenemos trincheras y
esqueletos en ellas. Mientras hay personas combatiendo, denunciando y
señalando los horrores tanto de la guerra como de la dictadura que la precedió
otros parecen que quieran utilizarlo como reclamo turístico. Al final lo que
importa de la memoria histórica, según parece, no es llegar a una reflexión
profunda de la Historia y sacar conclusiones de manera colectiva de una gran
parte de la sociedad. Lo que importa es venderla al turismo, banalizar el
horror y equiparar los bandos desideologizándolo todo no vaya a ser que afecte
a su puesta en valor. Y no nos engañemos, la mercantilización no es una ninguna
buena manera para crear conciencia. Como dice Mumford lo que sucede en la tierra es solo la mitad de
la historia de la humanidad y no atender al mundo de las ideas, a la política,
es decir, su desideologización, es reducirla a la mitad. Por lo tanto su
mercantilización es reducirla a un grado mucho menor. Desde aquí seguiremos
llamando a las cosas por su nombre, tal y como son, explicando las causas del
conflicto y sus ideologías.
Cecilio Rodriguez
4 comentarios:
Me parece imprescindible esta crítica a lo banal, discutida mil y una veces pero que sigue ocupando el protagonismo de lo social.
El propio sistema de dominación capitalista se presenta como el mejor de los regímenes posibles, un sistema "objetivo" que nos lleva a verlo desde pequeños como algo natural, el ojo que juzga al resto del mundo, pero eso sí, desde una mirada "objetiva". Y un huevo!
En ese régimen de dominación ideológica, precisamente, cualquier posicionamiento férreo es tachado de ideológico, de subjetivista y parcial y así la superficialidad en los análisis y en los discursos llega a la vida adulta impregnando cualquier espacio de la esfera social en el que nos movamos. Impidiendo, por supuesto, profundizar en nada. Es una especie de inercia que nos viene inculcada y en la que desgraciadamente todos caemos en algún momento.
Queridos amigos de lo objetivo, su pretendida objetividad, la cual es falsa (otra cosa es poner argumentos encima de la mesa y sacar conclusiones analizando todos ellos) NO EXISTE, sencillamente porque está basada en una cosmovisión que desde que nacemos va haciendo mella en nuestros espíritus y nuestras miradas y después va adoptando diversas formas según nuestros intereses.
Así que entérense de una vez, de que su pretendida objetividad es la más peligrosa de las subjetividades.
Muchas gracias compañera. Totalmente de acuerdo. Muy bien explicado por tu parte. Tener criterio y como tu dices "un posicionamiento férreo" es ser tachado de dogmático y radical cuando lo que buscan es que acabes sucumbiendo a su ideología y a sus propósitos. Un saludo!
Esa pretendida visión objetiva de los acontecimientos pasados, es una parte fundamental de la ideología ciudadanista. De ese maldito consenso surgieron los movimientos sociales que ocuparon el espacio social del movimiento obrero y revolucionario.
De ahí que no nos sintamos parte de ellos ni de su forma de entender el mundo, que siempre está insertada en los límites del sistema, esa es su objetividad.
Dejar las ideologías a un lado o fuera para esclarecer lo que ocurrió en el pasado es muy difícil, ya que toda persona tiene sus ideas e ideales.
El problema es cuando las ideologías están asociadas a la derecha o de izquierda, si nos remontamos a los hechos del artículo, la guerra española del 36, los diferentes escritos sobre dicho tema siempre faltan los ideales de los que no están asociados ni a la derecha ni a la izquierda. La derecha se asocia a la CEDA y el fascismo y la izquierda al Frente Nacional (Republicanos socialistas comunistas, CNT...), ¿en qué ideología asocio a personas que fueron a la guerra de Cuba y estuvo en la trinchera de los nacionales y los republicanos, o los chavales que fueron forzados a ir a la trinchera como sicarios, buscando dinero? A la ideología del hambre y alfabetismo. Por lo tanto hay tres ideologías mayoritarias la derecha. la izquierda y el pueblo.
Es muy fácil ver lo que ocurrió en el 36, si nos fijamos en la guerra de Siria. Una guerra artificial donde luchan los desgraciaus, defendiendo o vendiéndose a occidente Europa- EEUU o a oriente (Rusia e Irán). ¿Dónde queda la ideología de la familia del niño que apareció boca abajo en la playa de Turquía ahogado? Esclarecer lo que ocurrió y ocurre es cuando la ideología es próxima a los forzados al hambre y a la lucha por su supervivencia, al pueblo. La única ideología es la defensa de la humanidad, no de la bestia.
Para ver la verdad del pasado aún debe de pasar mucho tiempo, aunque ya estamos más cerca. Porque la minoría que nos gobierna es de la misma sangre que en el 1936. Si la asociación es republicana me dice que es próxima a Azaña, el que no tuvo valor ni de aplicar la reforma agraria tan necesitada por los desgraciaus. ¿Que esperamos de esta ideología? pues lo mismo que en el 36, continuar argumentando la misma guerra. Si se quiere ahora sobre el papel y sus medios de comunicación.
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